He de reconocer que la idea de sentarme a ver una película muda no me atraía demasiado, y que puede que nunca lo hubiese hecho si su visionado no fuese obligatorio para aprobar una asignatura; pero tengo que admitir que cualquier aficionado al séptimo arte debería tener en cuenta ésta joya del primitivo cine español.
Dirigida por Florián Rey, “La Aldea Maldita” (1930) habla sobre la necesidad de preservar el honor por encima de cualquier cosa, incluso de nuestra propia vida. Aunque ésta idea nos puede parecer anticuada en un principio, la historia que se nos plantea podría ocurrir perfectamente hoy en día (de hecho me recordó, salvando las distancias, a la también genial “Contracorriente”, de la que quizá escriba en otra ocasión).
Existe un remake sonoro de 1942 dirigido también por Florián Rey, pero recomiendo hacer un esfuerzo y ver la original, que me parece que tiene más mérito al conseguir narrar una historia muda que te engancha y te emociona como muchas películas actuales no consiguen hacerlo.
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